La demanda global de sistemas PERS está creciendo rápidamente. Según algunos informes recientemente publicados relacionados con la industria de la teleasistencia avanzada, este sector tendrá un valor de mercado de $ 8.61 mil millones para 2020.
Las razones de esta rápida expansión son diferentes: la combinación de una población mundial que envejece con una mayor expectativa de vida, el aumento de los costes resultantes, la presión sobre el sistema público de salud y la creciente demanda de las personas mayores para poder quedarse en casa el mayor tiempo posible.
Del mismo modo, la creciente adopción y uso de dispositivos de teléfonos inteligentes, especialmente entre el segmento de personas mayores con menos edad, también está favoreciendo el crecimiento de este sector, ya que los smartphones son la herramienta perfecta para permitir soluciones efectivas de mPERS.
Quizás uno de los mayores errores en el pasado del mercado de dispositivos de teleasistencia tradicional fue abordar de la misma manera a las personas mayores de todas las edades, como si sus necesidades y expectativas de vida fueran las mismas para todos los rangos de edad. Obviamente, las necesidades y el estilo de vida de una persona de 65 años difieren mucho de los de una persona de 85 años. Del mismo modo, las soluciones PERS se han dirigido tradicionalmente a personas mayores, de edad avanzada, apelando a su fragilidad y vulnerabilidades relacionadas con la edad. Por lo tanto, los mayores más jóvenes, fuertes, independientes, llenos de energía y con un estilo de vida activo, fueron automáticamente excluidos del alcance del mercado para este tipo de producto, ya que no vieron cómo una solución de botón de pánico podría ser relevante para ellos.
Ahora, estos mayores en edad más joven están al día con las nuevas tecnologías y muchos de ellos saben cómo usar y sacar rendimiento de un teléfono inteligente. Según AARP Research, la mitad de los estadounidenses mayores de 50 años ya posee uno y el dato sigue creciendo. Los mayores en este rango de edad más joven valoran su independencia y les encanta tener un estilo de vida activo y, lo que es más importante, desean permanecer activos a lo largo de los años. Equipados como están con teléfonos inteligentes que los acompañan donde vayan, el potencial de los dispositivos mPERS y el valor que esta tecnología puede proporcionar es obvio. Como dice Barry Birket, de Senior Care Corner, “el teléfono inteligente se está convirtiendo rápidamente en el centro de comunicaciones parar aquellos mayores que quieren envejecer en casa. Con los dispositivos de salud […] que permitirán una mayor independencia de vida focalizados en los dispositivos móviles, los smartphones se convertirán en valiosos acompañante a medida que envejezcamos”.
La nueva generación de dispositivos de teleasistencia avanzada ofrece a los mayores activos la seguridad y la tranquilidad de que están siendo cuidados sin tener que renunciar a su estilo de vida, además de ayudarles en la adaptación a las cambiantes necesidades de todos los segmentos de población según vayan cumpliendo años. Y todo ello administrado desde su teléfono inteligente.
Estas soluciones mPERS son muy interesantes para las personas que nunca habrían considerado usar un viejo botón de pánico pero que ahora están más que dispuestos a invertir en su bienestar presente y futuro, adquiriendo dispositivos que los acompañen estén donde estén y que, además, favorezcan su estilo de vida más activo.
En consecuencia, el rango de edad a la que las personas mayores comienzan a usar los sistemas PERS está disminuyendo, al igual que el estigma asociado con su uso lo que está permitiendo que el alcance del mercado haya crecido drásticamente.
Las necesidades de los consumidores son cambiantes y los proveedores de soluciones de teleasistencia tienen que esforzarse por estar siempre un paso por delante de esas necesidades y muy rápidos para abordarlas y darles respuesta tal como aparecen. Las nuevas tecnologías y los avances significativos en el diseño están ayudando a superar el estigma tradicional en torno a los dispositivos PERS, haciéndolos más atractivos incluso para los consumidores más jóvenes, que ahora están más que acostumbrados a llevar todo tipo de dispositivos portátiles (rastreadores de ejercicios, relojes inteligentes, etc.) y lucen los nuevos dispositivos de teleasistencia avanzada sin ningún problema.
Y todo ello gracias a los nuevos teléfonos inteligentes que se han convertido tanto en protagonistas directos de esta revolución como en artífices de este cambio de paradigma.
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